Descuido en un parque que nació para recordar a un notable hombre.
En el colmo de la ignorancia y el descuido de las autoridades chorrillanas, el Parque Cuadros del Malecón Grau, edificado en 1951 como homenaje a Manuel J. Cuadros, primer alcalde distrital que trabajó arduamente por la reconstrucción de Chorrillos después de la guerra con Chile, luce hoy descuidado y el busto de Cuadros ni placa tiene que lo recuerde.
Nótese la basura en sus alrededores y desperdicios.
Un parque con basura, vegetación crecida a su suerte y otras partes sin él, se aprecian demostrando la dejadez, lo mismo que macetones sin plantas que se observan desde la subida al malecón, y menos aún se puede encontrar una banca donde sentarse. Pero más lamentable es el poco criterio de colocar el antiguo busto de bronce del Manuel Cuadros, sobre una pilastra revestida de discordante porcelanato brilloso, y ¡no lleva la placa! para honrarlo.
Hasta refieren algunos que lo llaman el “parque de la venganza”, pues los vecinos de la zona impidieron que el alcalde Augusto Miyashiro en el 2010 hiciera cambios en dicha zona y perdiera su historia, siendo obligado por orden judicial a reponer el parque, por lo cual en la actualidad, la municipalidad no le otorga vigilancia y lo tiene así olvidado.
OTRORA UNO DE LOS RINCONES MAS BELLOS DE LIMA
El Parque Cuadros inaugurado el 29 de julio de 1951, fue reconocido como uno de rincones más bellos y floridos de los alrededores de todo Lima, léase a continuación la transcripción que hemos hecho para ustedes de un artículo publicado el 03 de agosto de 1951, en el desaparecido diario “La Crónica”, para que comprendan la grandeza del hoy maltratado parque…
LA CRÓNICA. – Lima, Viernes 3 de Agosto de 1951.
IMPORTANTES OBRAS DE EMBELLECIMIENTO EJECUTA EL MUNICIPIO DE CHORRILLOS
A la entrada de Chorrillos, bajando el puente de Tenderini. se ha construido un hermoso parque, el que se inauguró el 29 del mes pasado con gran solemnidad. El Municipio presidido por el doctor Evaristo San Cristóval e integrado por un grupo de Regidores entusiastas y dinámicos, con muy buen criterio, lo denominó “Manuel J. Cuadros”, rindiendo así homenaje al dignísimo Alcalde de la Villa, a la que reconstruyó completamente en cuatro años de ininterrumpida labor (1881-1885), después de la tragedia de la guerra con Chile.
El parque antedicho que ocupa una gran extensión de lo que antes fuera basural y depósito de letrinas, llama la atención del visitante por el cuidado y el esmero que se han puesto en ejecución para construirlo. Nada se ha olvidado. Ningún detalle falta. Varios paños de jardines ostentan innúmeros rosales, aparte.de otras plantas finas que se diseminan sobre una alfombra de grass cuidadosamente conservada. Grupos de ficus formando una caprichosa rotonda le prestan singular atractivo al parque, que se embellece aún más con la pila trabajada con piedras de colores traídas de las playas cercanas a Miraflores. Dos surtidores que representan dos cabezas de tritones cuyas colas se enlazan a una alga, la que despide el tercer surtidor, proveen de agua a la fuente, que en su cuerpo central muestra diversidad de helechos, musgos y otras plantas acuáticas.
Aspecto de la pérgola que ha sido construida en Chorrillos, dentro del plan de ornato que ha trazado el municipio en ese distrito.
En el centro del parque, una hermosa pérgola de estilo dórico, exhibe sobre sólida plataforma doce columnas de mármol artificial rosado, sobre las que descansa un enrejado de madera en el que ya empiezan a trepar hermosas enredaderas, tales como las bellísimas y las madreselvas; las yedras y las campanillas; las bugambilias y los jazmines y las lluvias de plata y de oro. Diez y ocho luces florescentes blancas y lilas proporcionan una suave y adecuada iluminación a la pérgola que resulta de un efecto bellísimo, y la que se completa con los juegos lumínicos de los reflectores y faroles ornamentales. Seis bancas de mármol travertino que adornan la pérgola, veinte de granito artificial y seis trabajadas en piedra de cantera, se diseminan por los caminos y alameda principal que se encuentran debidamente enripiados. Frente a la pérgola se levanta la pilastra que ostenta en bronce el busto del ilustre Alcalde señor Manuel J. Cuadros obsequiado por sus hijas, señoras Leonor Cuadros de Pflucker y Hortensia Cuadros de Castro y que ha trazado con admirable fidelidad el reputado escultor nacional Romano Espinoza Cáceda. Una leyenda alusiva colocada en la placa que adorna el monumento, relieva los méritos del dinámico burgomaestre que reconstruyó la villa destruida. El panorama que se contempla desde el parque es único. El parapeto que lo circunda sólidamente construido y verdadera obra de ingeniería, permite a los paseantes solazarse frente al mar que en determinadas horas de la mañana y de la tarde ofrece un encanto indefinible. Vale decir que este parque es uno de los rincones más bellos y floridos de los alrededores de Lima, y constituye para Chorrillos el balneario aristocrático de otra hora, motivo de legítimo orgullo.
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