Por Lidia Rojas Huamán.
Este 09 de Febrero se cumple el 150 aniversario de la fundación de la más grande y elegante sala teatral que tuvo Chorrillos, el Teatro Marchetti; que llevó el nombre de la notable soprano del momento -según algunos críticos-, la italiana Luisa Marchetti, pero que extrañamente al poco tiempo, bajó el interés de escucharla y hasta habría recibido silbidos desaprobatorios.
La prodigiosa voz de la Marchetti, fue el delirio de la juventud un año antes (1869); sus admiradores le obsequiaban finas joyas y hasta decididos la defendían, ante una rivalidad de voces que sostenía ella con otras cantantes líricas. Fue quizá esa atracción de concurrencia, o plena admiración, lo que llevó al empresario Miguel Winder a colocarle el nombre Marchetti a su teatro chorrillano y ser la italiana, su estrella central.
El 09 de febrero de 1870, día de la inauguración, el teatro estuvo abarrotado de público, que llenaron las 800 butacas, era un lujoso local de amplios ambientes con iluminación a gas, finas lámparas, etc.; pero que en la Guerra del Pacífico, quedó en escombros como resultó incendiado Chorrillos, producto de las manos invasoras.
CRITICOS FASTIDIADOS POR DESDÉN
Los cronistas de la época criticaron cómo los pobladores chorrillanos la ensalzaron inicialmente y, luego, mostraron desinterés, a pesar que se aumentaron los servicios de ferrocarril para acudir a verla. Sin embargo, cuando se programaban música clásica en el Malecón, donde se registraba el “desfile” de bellas damas y enamoradizos jóvenes, en medio de muchas sillas para espectar los conciertos frente al mar, nunca adoleció de público.
He aquí un extracto de una crítica, que publicamos completa en foto, sobre un recorte periodístico, del diario El Nacional del 15 de febrero de 1870, a los pocos días de la inauguración:
“Luisa Marchetti
(En El Trovador)
Pocas o ningunas veces hemos oído cantar a la eximia artista con la dulzura y sentimiento que en las noches del sábado y domingo, en la difícil ópera “Trovador”; y se nos hace un deber de justicia felicitarla por el empeño ….
Parece pues, que la sociedad de Chorrillos no se conmoviese al escuchar la voz sonora y delicada de la incomparable soprano, …
No nos alcanzamos a explicar esta indiferencia con una artista de tanto mérito y simpatías y la sociedad elegante de Chorrillos confesará con nosotros que hoy más que nunca merece los mayores aplausos y elogios. En efecto, por deferencia y gratitud al Perú, la Marchetti ha preferido permanecer entre nosotros, posponiendo su viaje y compromiso con otra empresa, en la que sin duda cosechará mejor acogida; y debe serle muy sensible el desmayo que se nota en el público de Chorrillos para aplaudir aun los trozos más hermosos que canta con elegancia y maestría. Muy especialmente en la cabatina del primer acto y romance del Miserere lució la bella Luisa todo el poder de su garganta y subió hasta un la bemol sobre agudo, que hubiera producido locura en los teatros de Europa más afamados.
Esperamos que el público acepte nuestra indicación, siendo más generoso con la amable primadonna que tanto se esfuerza en agradarle…”
También publicamos, una nota del periódico “El Tonel”, del 24 de abril de 1870 donde se lee tan singular, pero quizá aceptable en la época, que ya no era necesario más de un teatro que “El Principal” (hoy “Teatro Segura”), ni más de dos periódicos, sobre todo en épocas de juego de “rocambor” (un tipo de juego de casinos) que era masivo en Chorrillos.
Ismael Portal, un destacado periodista, refiere sobre Luisa Marchetti, aunque no necesariamente habría sido en Chorrillos:… “las artistas son globitos de jabón, la Marchetti volvió años después a nuestras tablas, y la silbatina con que sus leales admiradores la agasajaron, en ‘Lucía’, aún la estoy escuchando…”
LUISA MARCHETTI
La imagen de la soprano Luisa Marchetti, fue pintada al óleo por el artista español Luis de Madrazo y Kuntz (1825-1897), la cual hoy forma parte de la Pinacoteca “Ignacio Merino”, cuya mayoría de obras (36) son de la autoría de renombrado piurano Ignacio Merino, que vivió 37 años en París y que donó sus trabajos a Perú, pero llegaron en 1877, un año después de su muerte.
Dichas piezas ya en Lima, fueron escondidas durante la Guerra con Chile, en una hacienda cercana, y otras se adquirieron posteriormente de otros autores, para enriquecer dicho fondo artístico, por gestión del pintor Daniel Hernández.
Finalmente, con relación a la ubicación donde se construyó el Teatro Marchetti, está todavía en verificación, y como tras la Guerra con Chile, no se revela entre las “grandes hazañas de destrucción” a manos del invasor, como si se habla de la casa del Presidente Pezet, entre otras; es una hipótesis por sustentar, el que a sus 11 años de existencia del teatro, estuviera venido a menos. Hemos de corroborar.